Gargantas del TODRA y del DADES
En nuestros viajes anteriores no habíamos llegado hasta aquí, las ganas de descubrir estos increíbles paisajes tan ansiados para nosotros cada vez eran mayores. Y debido a nuestro paso por el MECÁNICO (os aconsejamos leer la entrada de nuestro paso por el mecánico en Marruecos) el día anterior, tuvimos que posponer un día más la visita a las Gargantas.
Ya en el Camping Atlas, donde pasamos las dos noches anteriores, nos pudimos hacer una idea de lo que nos esperaba. Encajonados entre altas montañas de color naranja y al lado de un río, así es el camping, simplemente maravilloso, sabíamos a ciencia cierta que lo que nos esperaba por ver iba a ser muy de "nuestro estilo". Y es que este tipo de paisajes nos encantan.
garganta del todra
Situadas en el Alto Atlas, las Gargantas del Todra son reconocidas en el mundo por ser uno de los cañones rocosos más espectaculares. Y es que una falla de 300 metros de profundidad abre la roca caliza para formar un desfiladero donde en algunos lugares tan sólo hay 33 metros de anchura y acantilados de más de 100 metros de altura a cada lado del río.
Estas gargantas se encuentran a unos 25 km al norte de la población de Tinghir, y aunque están situadas en una remota zona de Marruecos cada vez son más los turistas que llegan hasta aquí.
Un lugar de mucha reputación entre los escaladores, sobre todo europeos (españoles y franceses en su mayoría), y para los amantes del senderismo y del trekking, pero que nosotros utilizamos para hacer ruta en mountain bike, actividad muy recomendable desde nuestro punto de vista.
El mejor momento para visitarlas es a primera hora de la mañana, cuando el sol ilumina la garganta. Por la tarde los vendedores de recuerdos y los autobuses de turistas colapsan la garganta y el lugar pierde un poco el encanto.
Para poder visitarlas y entrar con nuestro vehículo hay que pagar 10 MAD, que te cobrará un vigilante en la entrada.
Ruta en MTB en las gargantas. Un lugar único para disfrutar de la naturaleza, los paisajes y de la bici. Una vez pasado el primer y gran desfiladero, la carretera continúa y se puede aparcar más adelante. Es el momento de sacar las bicis y disfrutar de una bonita ruta. Paredes anaranjadas contrastadas con el intenso azul del cielo, y verdes palmeras salpicadas a lo largo del recorrido, hacen que esta ruta sea una de las más bonitas de la zona. La ruta principal se dá a lo largo de toda la carretera asfaltada y donde poco a poco aumenta el desnivel. También hay tramos donde nos podemos desviar y explorar un poco más a fondo la zona.
Y tras disfrutar de este maravilloso entorno, volvemos por el mismo camino para poner rumbo hacia las Gargantas del Dadès. Igual que ha ocurrido durante todo el viaje, los trayectos entre los lugares marcados en el mapa son maravillosos. Increíbles paisajes nos acompañan en todo momento.
Paisajes que nos acompañan en nuestro viaje hacia las gargantas del Dadès.
"Dedos de mono (Les Doigts de Singes) o dedos de Dios". A 18 km de Bulmade se llega hasta estas curiosas formaciones rocosas de color rojizo, provocadas por la erosión del viento.
garganta del dadès
Uno de los puntos más reconocidos y espectacular es el conocido "Tissadrine" o "La Serpiente", un cañón con un desnivel aproximadamente de 200 metros y por el cual serpentea la carretera entre las vertiginosas paredes del cañón.
Lugar de parada obligatoria. Observar desde la altura este increíble paisaje es maravilloso, de nuevo la naturaleza nos muestra lo poderosa que es.
Entrevista que nos hizo la Televisión Portuguesa en las Gargantas del Dadès
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