Dos son los picos que coronan la isla de Madeira, el pico Ruivo, con 1862 metros y el pico Areeiro con 1818 metros.
Madeira cuenta con 2500 kilómetros de senderos y levadas.
Pues bien, existe una ruta que lleva de un pico a otro, con increíbles paisajes, pero con una dificultad considerable debido a las grandes subidas y bajadas por escaleras que hay entre un punto y otro.
El sendero comienza en el aparcamiento del Pico Areeiro, situado a 1818 metros de altitud. Pasamos el restaurante y la tienda de souvenirs y nos dirigimos hacia el punto geodésico del pico. Desde ese punto comenzamos a descender por una larga escalera de numerosos peldaños.
Las vistas desde cualquier punto de la ruta son espectaculares.
LOS PICOS MÁS INCREIBLES
"Para nosotros, es una de las rutas más bonitas que hemos hecho"
En esta ruta los paisajes que se ven son increíbles. Constantemente nos acompañan mares de nubes.
Poco tiempo después llegamos hasta un increíble mirador, el Mirador de Minho de Manta. Seguimos bajando y bajando escalones, que luego a la vuelta tendremos que subir. Esto nos da una idea de lo dura que será la vuelta.
Esta ruta contiene túneles que hay que atravesar y por lo que es conveniente llevar linterna. El primero de ellos el Túnel del Pico Gato, de unos 50 metros de longitud. Después de este el camino se bifurca, hacia la derecha el recorrido más largo, y hacia la izquierda el recorrido más corto con varios túneles excavados en la roca.
Una vez atravesados todos los túneles sale una bajada hacia la izquierda, o hacia la derecha si se viene desde el camino largo y se ha bordeado el Pico das Torres. Descendemos esta bajada arenosa con cuidado y poco tiempo después comenzaremos a subir de una forma considerable. Una empinada escalera nos espera, siendo posiblemente uno de los momentos más duros de la ruta. Una vez alcanzada la cima de este tramo, volvemos a descender y empezaremos a recorrer un fantasmagórico pero increible bosque de árboles quemados.
Queda ya poco para llegar hasta el refugio del Pico Ruivo. Desde éste se asciende en un corto trayecto hasta la cima del pico.
El camino de vuelta se hace por el mismo lugar, aunque ya sabiendo lo que nos espera por delante, muchas muchas escaleras hacia arriba.
Seguramente sea una de las rutas más bonitas que hemos hecho, con paisajes increibles durante todo el recorrido.