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la gran aventura 
lago natrón  

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En una remota zona del mundo ...

Cuando comenzamos a preparar nuestro viaje a África, había un punto señalado en rojo, ese era el Lago Natrón, en Tanzania. La información sobre este lugar y cómo llegar a él es escasa.  

Tras varios días en Tanzania, y sopesar si ir o no, todavía no teníamos información suficiente como para ir hasta allí. Casualidades de la vida, una noche de acampada cerca del Lago Manyara, establecimos conversación con un guía local. Nos recomendó ir hasta el Lago Natrón, y nos indicó cómo llegar hasta él. 

120 km de pista sin asfaltar, arenosa y rocosa nos llevarían hasta esta inhóspita zona de Tanzania, a la cual es imprescindible ir con todoterreno. La última gran población Mto Wa Mbu y último lugar donde hay una gasolinera. 

Existe una tasa turística o tasa municipal que hay que ir abonando a lo largo del recorrido; 10$ en Engaruka Chini, 10$ 7 km antes de Engaresero, y 15$ en Engaresero (precios por persona y sólo en la ida) (nosotros además, en el último "peaje" tuvimos que pagar 20$ más por el coche). 

Se trata de un lago alcalino, de 58 km de largo y tan sólo 50 cm de profundidad. Al noreste de la Zona Protegida del Ngorongoro, y haciendo frontera con Kenia. 

Sin ninguna duda, las tierras que se extienden desde Mto Wa Mbu, son de extrema belleza, un lugar remoto, árido, ultramundano y que provocan una extraña sensación en cualquiera que lo recorra. 

La "carretera" recorre la falla del Rift, pasando por territorios masais, con pequeñas aldeas y grandes montañas. Cebras, jirafas, ñús, avestruces ... pueden verse mientras se pasa por este territorio.

 

De junio a noviembre se da uno de los más grandes e importantes acontecimientos de fauna de la zona, en el lago se reúnen más de tres millones de flamencos. Anidan durante la época seca en sus costas en busca de las cianobacterias presentes en sus aguas y que les sirven de alimento. 

Lake natron tented camp

En una zona remota del mundo ... el Lago Natrón es sin ninguna duda uno de los lugares más espectaculares y sorprendentes de Tanzania.

Un campamento de lo más completo para explorar la zona del Natrón. 

Vigilado por Masais

Via Láctea tomada desde Lake Natron Tended Camp
"Cocina" del Lake Natron Tended Camp
Con nuestro amigo Masai

El gran protagonista durante la mayor parte del camino fue el imponente y sagrado volcán Oldoinyo Leng’ai.

Con una altitud de casi 3000 metros sobre el nivel del mar, es el único volcán del mundo que emite lava Natro-Carbonatitica, rica en carbonato de sodio, de muy baja viscosidad y temperatura, que fluye entre 500 y 590º C, como si un río de barro se tratara.

lago 

natrón

Estábamos maravillados por el entorno que nos rodeaba, un paraje inhóspito que no deja indiferente a nadie. 

 

Pero ... ¿Qué ocurre cuando te quedas atrapado en el fango y en medio de la nada?

La gran aventura

Tras establecer el campamento, decidimos salir en busca de los millones de flamencos que habitan durante esta época el lago Natrón

Como en todos los lugares que recorrimos en Kenia y Tanzania, las indicaciones para llegar a cualquier lugar son nulas o casi inexistentes. La orientación es muy importante en lugares como este ... brújula, mapa y gps!!

Caminos polvorientos, arenosos ... sin apenas civilización; jirafas, cebras y gacelas a nuestro alrededor, nos observan preguntándose que hacemos allí ... Y por fin, después de un largo rato ... comenzamos a divisar la orilla del lago. Una increíble mancha rosada se ve sobre él, son los millones de flamencos que se desplazan hasta allí en esta época del año. 

Nos bajamos del coche y comenzamos a percibir lo increíble de este lugar. Solitario, inhóspito, abrumador ... de nuevo la naturaleza sorprende al hombre y le deja sin palabras ... tan solo se oye el ruido que emiten los flamencos. 

A lo lejos ... vemos que viene alguien ... un grupo de niñas masais se acercan hacia nosotros, con el fin de vendernos algo o que les demos dinero. La pobreza en estos lugares es alta y continuamente ven la necesidad de pedir. En estos momentos aún no sabíamos que ellas iban a ser quien nos iban a ayudar ...

Inspeccionamos las inmediaciones del coche para asegurarnos que podemos salir bien ... pero el terreno a veces puede engañar y pasó lo que siempre decíamos que no nos podía pasar ... Quedamos atrapados en el fango, nuestro coche se hundió y pegó como nunca antes nos había pasado ... 

Intentamos varias veces salir de allí ... pero cada vez estábamos peor ... imposible ... estábamos tirados, en medio de la nada, en una zona sin apenas civilización, sin cobertura móvil y a pocas horas de anochecer ... No hace falta hablar, en estos momento sólo con una mirada sabemos lo que pensamos ... Hay que intentar salir de allí como sea y lo antes posible. 

Lo que era una tranquila jornada de avistamiento y fotografía de flamencos se convirtió en una hazaña por salir de allí. 

 

las niñas masais

Por suerte, las niñas que veíamos minutos antes a lo lejos se aproximan a nosotros, necesitábamos ayuda y ellas eran las únicas a las que podíamos recurrir. "María" se llamaba una de ellas. Miraron el coche y dijeron que era posible sacarlo, pero tendríamos que ir a coger pasto seco para meter bajo las ruedas. A lo lejos, a unos dos km calculamos nosotros, están los pastos ... la única solución, ir hacia allí. 

Nos dirigimos hacia los pastos con las niñas masais, pero justo antes de llegar ... aparece de la nada una moto ... en ella un "guarda" de la zona ... Nuestras opciones de salir de allí aumentaban un poco. Tras hablar con él y ver que no le hace mucha gracia que estemos allí (supuestamente es obligatorio ir con guía, pero a nosotros nunca nos informaron de esto en el campamento) ... decide ir a ver el estado del coche ... Nos dividimos, uno con el guarda a ver el coche y otro con las niñas a sacar pasto.

El pasto se encontraba sobre un lodazal donde los pies se hundían y el olor, fruto de los excrementos de los animales, era inaguantable. Sacamos pasto seco hasta no poder más ... 

Cuando volvió la moto, la cargamos ... el coche no estaba muy hundido y era posible sacarlo ... 

Pese a creer que era posible sacar el coche de allí ... necesitaríamos más ayuda ... había que ir en busca de algún masai que nos prestaran una pala y nos ayudara a empujar. Volvemos a dividirnos, uno se queda con el coche y las niñas masais ... y el otro, con el guarda en busca de ayuda. 

La temperatura era muy alta en este lugar, y las niñas me piden agua porque empezamos a estar deshidratadas. Agua y galletas fueron nuestra comida ... jamás vi beber y comer galletas de esa forma ... No somos conscientes de lo que hay en el mundo hasta que no vemos cosas así. 

Flamencos

El tiempo de espera lo invertí en tratar de inmortalizar aquel momento en el que los flamencos como por arte de magia se acercaban más y más hacia mi.

Tras un largo camino en moto, a través de polvorientos caminos, cruce de ríos secos ... se consiguió la ayuda que necesitábamos, los masais, con su vestimenta típica, sus lanzas y dispuestos a ayudarnos toman camino hacia donde nos encontramos con el coche. 

El "Secuestro" del coche

Y al fin lo conseguimos, con la ayuda de los masais el coche salir del fango ... Pero, estaba claro que este "rescate" habría que pagarlo ... Por desgracia, las niñas y los masais fueron los que menos dinero recibieron ... 

Nos quedamos con la moto ... el guarda con nuestro coche ... debíamos ir donde el quería, a pagar, si queríamos recuperar el coche ...  

y aquí es donde se ve lo injusta que es la vida

Los masais y las niñas

Kenia y Tanzania son países muy pobres y donde se ven cosas muy injustas. Tan pronto ves numerosos turistas que se alojan en increíbles y lujosos lodges ... como que te das la vuelta y ves a un niño recogiendo agua de un charco porque en su "casa", por llamarla de alguna manera, no hay.

Pues lo mismo nos pasó cuando nos "rescataron". ¿Por qué las niñas y los masais, que al fin y al cabo fueron los que más nos ayudaron, fueron los que menos dinero recibieron?. El dinero allí lo dirigen unos cuantos, y a las personas que realmente lo necesitan es a las que menos llega. 

El guarda les dio prácticamente nada,   pero se encargó de llevarnos a su "caseta", donde estaba el "jefe" y donde tuvimos que pagar para recuperar nuestro coche ... La vida a veces, es injusta ... 

Igualmente ... gracias niñas masais por darnos una lección de humildad ... Gracias María ... 

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